No vas a poder comer con esta receta que traemos hoy, pero lo podrás tomar con muchas otras cosas. Muchas veces, a la hora de aliñar las ensaladas o de preparar las tostadas saladas por la mañana echo en falta el toque picante del ajito. Y todo por que, me resulta desagradable manipular ajo cuando voy a desayunar. Así que, un día, se me ocurrió hacer este experimento y mira, resultó ser toda una satisfactoria solución.
Su elaboración es muy sencilla, como ya he dicho, para tostadas, ensaladas, para hacer carne a la plancha...y seguro que se te van ocurriendo aquí va el vídeo de la preparación:
Y ahora, la elaboración:
Ingredientes:
1/2 litro de aceite de oliva
1 cabeza de ajo
1 recipiente de cristal o vidrio con tapa
Preparación:
Pelamos todos los dientes de la cabeza de ajo. Los partimos a la mitad, quitamos el tallo y el germen, y los introducimos en el recipiente de vidrio o cristal. Lo rellenamos con el aceite de oliva hasta que los ajos queden completamente cubiertos por el aceite.
Dejamos macerar durante 48 horas y retiramos todos los dientes de ajo. Y ya tendremos listo para probar nuestro aceite al ajillo.
Su elaboración es muy sencilla, como ya he dicho, para tostadas, ensaladas, para hacer carne a la plancha...y seguro que se te van ocurriendo aquí va el vídeo de la preparación:
Y ahora, la elaboración:
Ingredientes:
1/2 litro de aceite de oliva
1 cabeza de ajo
1 recipiente de cristal o vidrio con tapa
Preparación:
Pelamos todos los dientes de la cabeza de ajo. Los partimos a la mitad, quitamos el tallo y el germen, y los introducimos en el recipiente de vidrio o cristal. Lo rellenamos con el aceite de oliva hasta que los ajos queden completamente cubiertos por el aceite.
Dejamos macerar durante 48 horas y retiramos todos los dientes de ajo. Y ya tendremos listo para probar nuestro aceite al ajillo.
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