Soy una fan absoluta del huevo. De pequeña suspiraba siempre cuando a mi alrededor se oían las palabras mágicas "huevos fritos". En aquella época existía la creencia de que comer más de uno o dos huevos por semana perjudicaba los jóvenes hígados de los infantes y elevaban el colesterol (como si alguno supiesemos que era aquello...y que lejos de las recomendaciones actuales de 3-5 huevos semanales), por lo que mi suministro de huevos, a pesar de ser mi alimento favorito, estaba bastante restringido.
Desde que empecé a cocinar en la adolescencia, y sobre todo tras independizarme como una adulta, siempre he hecho variaciones de como preparar los huevos, en tortilla, al plato, o fritos con algún acompañamiento. El origen de esta receta que hoy os traigo se encuentra en un recuerdo de mi marido, que un día tras comer una de estas elaboraciones (eran unos huevos al plato con jamón y guisantes) me comentó que su padre le preparaba unos huevos al plato con un fondo de patatas que estaba para morirse. ¡Para qué dijo más!. Empecé a probar hasta llegar a esta receta, que es bastante similar en sabor, a lo que mi marido recuerda le preparaba de pequeño mi señor suegro.
¿Qué no tienes tiempo de leerla? No te preocupes también puedes ver y escuchar la receta:
Y ahora sí, te la dejo por escrito:
Ingredientes
1 o 2 huevos por persona, dependiendo del tipo de cazuela de barro que vayamos a usar
1 patata pequeña por persona
50 grs de guisantes por ración
3 cucharadas de tomate frito por ración
dos o tres lonchas de jamón por ración
aceite de oliva
cazuelas de barro
Preparación
Precalentamos el horno a 180º.
Pelamos, lavamos y cortamos las patatas en rodajas muy finas. Las freimos en aceite muy caliente. Una vez que están bien fritas y doraditas, cubrimos el fondo de las cazuelitas de barro con las patatas bien escurridas.
Colocamos encima los guisantes, el jamón y el tomate frito y lo metemos al horno.
En abundante aceite de oliva, freimos los huevos. Una vez fritos colocamos uno o dos huevos -dependiendo del ancho de la cazuela- en cada recipiente y dejamos en el horno entre 7 y 10 minutos.
Sacamos del horno, y servimos. Prepara pan en abundancia para acompañar.
Desde que empecé a cocinar en la adolescencia, y sobre todo tras independizarme como una adulta, siempre he hecho variaciones de como preparar los huevos, en tortilla, al plato, o fritos con algún acompañamiento. El origen de esta receta que hoy os traigo se encuentra en un recuerdo de mi marido, que un día tras comer una de estas elaboraciones (eran unos huevos al plato con jamón y guisantes) me comentó que su padre le preparaba unos huevos al plato con un fondo de patatas que estaba para morirse. ¡Para qué dijo más!. Empecé a probar hasta llegar a esta receta, que es bastante similar en sabor, a lo que mi marido recuerda le preparaba de pequeño mi señor suegro.
¿Qué no tienes tiempo de leerla? No te preocupes también puedes ver y escuchar la receta:
Ingredientes
1 o 2 huevos por persona, dependiendo del tipo de cazuela de barro que vayamos a usar
1 patata pequeña por persona
50 grs de guisantes por ración
3 cucharadas de tomate frito por ración
dos o tres lonchas de jamón por ración
aceite de oliva
cazuelas de barro
Preparación
Precalentamos el horno a 180º.
Pelamos, lavamos y cortamos las patatas en rodajas muy finas. Las freimos en aceite muy caliente. Una vez que están bien fritas y doraditas, cubrimos el fondo de las cazuelitas de barro con las patatas bien escurridas.
Colocamos encima los guisantes, el jamón y el tomate frito y lo metemos al horno.
En abundante aceite de oliva, freimos los huevos. Una vez fritos colocamos uno o dos huevos -dependiendo del ancho de la cazuela- en cada recipiente y dejamos en el horno entre 7 y 10 minutos.
Sacamos del horno, y servimos. Prepara pan en abundancia para acompañar.
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