Mostrando entradas con la etiqueta ajo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ajo. Mostrar todas las entradas

martes, 24 de diciembre de 2019

Lombarda con butifarra y manzana

En alguna ocasión ya he dicho que soy fan de la lombarda en Navidad: me fascina ese color morado sobre los platos y lo deliciosa que me sabe. Para mi es algo tan típico de la gastronomía navideña como el turrón o los mazapanes.

Hace unos años publiqué una adaptación de la receta que traigo hoy, que es la original que se preparaba en mi casa cuando yo era una niña y que sigue siendo con mucho la receta que más me gusta para la lombarda. Además la hago con butifarras de mi carniceria de confianza, que están más ricas que otras que he probado y queda estupenda de sabor.

Tiene a su favor entre otras cosas que es un plato muy sabroso, nutritivo y económico. 
No voy a dar más rodeos, que aunque es fácil de preparar lleva su trabajito.
Ingredientes
Col lombarda (aproximadamente 1 kilo)
1 chorrito de vinagre de manzana, uva o vino
sal
2 manzanas
1 cebolla
aceite de oliva
1 par de dientes de ajo
1 ristra de butifarras  blancas pequeñas

Preparación
Lo primero que hemos de hacer es limpiar la lombarda: le retiramos las hojas exteriores y la limpiamos bien. Después cortamos la parte del tallo y abrimos a la mitad para poder cocerla mejor.

En una olla pondremos abundante agua a calentar, añadimos un chorrito de vinagre para evitar que la col pierda su color y dejamos hervir durante 15-20 minutos.

Cuando la col esté cocida la escurrimos y la dejamos enfriar, y después la trocemos en tiras no demasiado grandes.

Mientras preparamos los otros ingredientes: Pelamos y lavamos la cebolla y la picamos muy menudita. Pelamos los ajos y los fileteamos. Lavamos las manzanas, las pelamos y partimos en dados, y por último troceamos las butifarras en rodajitas.

En una cacerola ponemos aceite de oliva a calentar (dos o tres cucharadas), pochamos la cebolla y cuando empiece a dorarse agregamos el ajo y la butifarra; una vez que la butifaarra haya cogido color, incorporamos la manzana, salteamos un par de minutos y agregaremos la col lombarda troceada. 

Lo rehogamos todo junto durante 15 o veinte minutos (dependiendo de si te gusta la lombarda más pasada o más crujiente) y tendremos nuestro festivo plato listo para servir.



martes, 26 de febrero de 2019

Arroz con champiñones y jamón

Cualquier menú que se precie debe incluir, al menos una vez por semana, un buen plato de arroz;  motivo por el que necesitamos recetas variadas para no repetirnos y no cansarnos de comer el arroz siempre igual. En mi caso esto ha sido un doble reto, ya que tardé bastante en hacer buenos arroces que estuviesen al gusto de toda la familia. Pero el tiempo y la práctica me han ayudado a incorporar un puñadito de recetas muy fáciles con las que podrás hacer arroces para chuparse los dedos.

En este caso lo haremos con champiñones frescos (se puede hacer también con champiñón en conserva pero el sabor es mucho mejor si son frescos) y jamón serrano.

¿Te atreves a probarlo? ¿Que otras recetas de arroz preparais en casa?

Aquí os dejo la receta por escrito y el vídeo, con todos los detalles para que os salga riquísimo.

Ingredientes
1/2 vaso de arroz por persona
150 grs de champiñón fresco por ración
2 lonchas de jamón serrano por ración
2 dientes de ajo
1/2 cebolla
1 vaso de caldo (opcional)
sal
aceite de oliva

Preparación
Preparamos los champiñones limpiándolos bien de tierra. Cuando están perfectamente limpios los cortamos en láminas y los reservamos.

Pelamos, lavamos y cortamos la cebolla muy picadita. Hacemos lo mismo con los ajos y reservamos por separado.

Picamos el jamón menudito y reservamos.

En una olla ponemos aceite de oliva a calentar. Cuando está caliente, sofreimos la cebolla. Cuando ésta empieza a dorarse añadimos el ajo picadito, rehogamos todo junto y antes de que empiece a tomar color agregamos el jamón, salteamos con la cebolla y el ajo medio minuto y añadimos el champiñón laminado.

Rehogamos el champiñón durante el tiempo suficiente para que reduzca su volumen (se quedará en un tercio de lo que era al principio). Cuando el champiñón rehogado ha perdido gran parte de su volumen, es el momento de añadir el arroz y saltear con toda la preparación durante un minuto. Sazonamos.

Después agregamos tres medidas de agua por cada medida de arroz, pudiendo sustituir una de las medidas por un vaso de caldo, pero esto es opcional. Si no tienes caldo preparado, no es necesario, se puede hacer solo con agua.

Dejamos hervir durante 15 minutos y reposar durante otros tres, y estará listo para servir.

martes, 12 de febrero de 2019

Salsa alioli falsa

Uno de los manjares gastronómicos de la cocina española es la salsa ali-oli. No vamos a entrar en la polémica sobre su origen por muy tentador que sea, baste decir que la salsa ali-oli es un imprescindible de nuestra gastronomía y un referente en los bares de tapas, porque ¿que es un bar de tapas que no tenga sus patatas ali-oli o sus patatas bravas?

Sobre la forma de preparar la ali-oli también encontraremos variantes y polémicas que tampoco van a ser nuestro centro de atención; de nuevo sólo apuntaremos que los expertos señalan que la auténtica ali-oli sólo lleva dos ingredientes ajo y aceite de oliva.

Pero seamos realistas ¿quién tiene tiempo de hacer una ali-oli casera y tradicional, sobre todo cuando no tenemos ni idea? Para estos casos es para los que os traigo este truquillo para preparar una ali-oli casera aunque sea falsa, pero que cuando la probeis tendreis la certeza de que en muchos de esos bares de tapas donde sirven las patatas ali-oli, tampoco siguen la receta tradicional sino una variante de la que os voy a contar.


Ingredientes
Mayonesa (en conserva o casera)
dientes de ajo
perejil picado (fresco mejor, pero deshidratado vale también) 
sal al gusto

Preparación

Pelar los ajos y ponerlos en un mortero. Hacer un majado con el perejil y el ajo.

Mezclar en un bol la mayonesa con el majado de ajo y perejil. Probar y añadir mayonesa hasta encontrar el punto que nos gusta. Sazonar al gusto.

Y lista para utilizar, en menos de cinco minutos tendrás una ali-oli deliciosa (aunque sea falsa o sucedánea) para acompañar el plato que te apetezca.

martes, 5 de febrero de 2019

Champiñones con jamón al ajillo

Mi relación con las setas, hongos y champiñones no fue demasiado buena durante la niñez/adolescencia. Y seamos sinceros, tampoco me volvían loca durante mi primera etapa de adulta. En realidad, a mi los champiñones, las setas, níscalos y demás autótrofos otoñales me empezaron a gustar cuando me quedé embarazada, cosa extraña porque años después leí que las embarazadas suelen aborrecer las setas. Bueno, cosa de las hormonas. Lo mismo me pasó con el mango. Y como muchas otras cosas.


Desde entonces hasta hoy esa relación va mejorando. Al principio compraba champiñones o setas envasadas y siempre las hacía con más miedo que vergüenza y postergando el momento, ahora, sólo compro champiñones y setas que pueda escoger yo misma en la pequeña frutería donde suelo abastecerme. Y se cocinan en el día, cuanto más frescas, más ricas y menos sucias.

Y ahora que ya he confesado este cambio, podemos arrancar con la receta, unos clásicos champiñones con jamón al ajillo que son para chuparse los dedos.
Ingredientes
1/2 kilo de champiñones frescos
150 gramos de jamón serrano o ibérico
aceite de oliva
2 o 3 dientes de ajo
sal (al gusto)
cebolla


Preparación
Lo primero que debemos hacer es limpiar bien los champiñones, con ayuda de papel de cocina o un trapo húmedo, vamos retirando la tierra. Si está muy incrustada en la copa del hongo podemos retirar la primera capa de piel para dejarlo más limpio. Cuando estén bien limpios los troceamos en láminas.

Pelamos la cebolla, la lavamos bien y las picamos muy menudita.
Pelamos los dientes de ajo y los fileteamos.
Cortamos el jamón en cuadraditos no muy grandes.

En una cacerola pondremos 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva a calentar, y pochamos la cebolla, cuando comience a dorarse, añadimos el ajo fileteado y el jamón y salteamos todo junto un par de minutos. Por último, añadimos los champiñomes y rehogamos a fuego lento hasta que el champiñón de haya cocinado (unos 10-15 minutos). Sabrás que está hecho cuando el champiñón haya reducido todo su volumen.

Y lo tendrás listo para servir, comer y deleitarte con una tradicional receta de champiñones.

martes, 30 de enero de 2018

Solomillo de cerdo con salsa de miel, cebolla y mostaza

Tengo algún que otro problema en casa para que la peque quiera comer carne de cerdo o de ternera, o cualquier cosa que no sea pavo o pollo, así que he de ingeniarmelas para acompañarlas con salsas que le gusten. Y siente pasión por cualquier salsa que lleven integradas miel y mostaza, eso si, bien integradas, que como le pongas por separado cualquiera de los dos ingredientes no se acerca a ellos. Tampoco le gusta la cebolla y ultimamente, cuando voy a cocinar, siempre me dice "ponle cebolla de la moradita, que le da muy buen sabor". Y que ojo tiene.

Este plato es bien sencillo y tiene como base otros que ya hemos publicado por aquí, como puedan ser las chuletas de cerdo con salsa de cebolla y mostaza, pero en este plato la miel no sólo corrige sino que da sabor a la salsa.  Os dejo el vídeo, y la receta por escrito, que a veces es más fácil de consultar.


Ingredientes (para 2/3 personas)
1 solomillo de cerdo de 700 grs
2 dientes de ajo
perejil
sal
pimienta
1 cebolla morada
2 cucharadas de mostaza
2 cucharadas de miel
1/2 vaso de vino blanco
aceite de oliva


Preparación

Cortamos el solomillo en medallones (o le pedimos al carnicero que nos lo prepare cuando vayamos a comprarlo).

Pelamos losdientes de ajo, y en un mortero hacemos un majado con el ajo y el perejil. Aplicamos el majado por los medallones y los impregnamos bien. Salpimentamos.

En una sartén o cacerola ponemos dos cucharadas de aceite de oliva y doramos los medallones un par de minutos por ambos lados. Cuando tengan un bonito tono tostado, los retiramos del fuego y los reservamos.

Pelamos, lavamos y picamos la cebolla morada, y en la misma sartén donde hemos dorado los medallones, la sofreimos hasta que esté bien doradita. Cuando esto suceda, agregamos el vino blanco y dejamos que hierva todo junto hasta que casi se haya consumido el vino, agregamos la miel y la mostaza y dejamos que se haga todo junto un par de minutos.

Sacamos la salsa y la trituramos con una batidora.

Volvemos a poner en la sartén los medallones de solomillo a fuego lento con la salsa, y lo dejamos todo junto unos veinte o treinta minutos para que los medallones se impregnen bien del sabor.

Y estarán listos para servir. A ver si os gustan tanto como a nosotros.



martes, 23 de enero de 2018

Caldo de pollo

Una preparación básica cuando nos metemos a cocinillas es aprender a hacer un buen caldo casero, ya que el caldo es algo que utilizamos más habitualmente de lo que creemos, bien para preparar salsas, para regar asados, o incluso para preparar una sopa, que tan bien sienta en estos días tan fríos.Además, si preparamos un caldo casero, los restos cárnicos se pueden aprovechar para hacer croquetas, con lo que resulta una opción muy económica.

Vamos con la preparación, que es muy sencilla:
Y por escrito, también, para los lectores de este blog.

Ingredientes 
1 puerro
1 zanahoria
1 cebolla
1 diente de ajo
1 cuarto de pollo grandecito
1 punta de jamón
2 litros de agua
aceite de oliva
sal

Preparación

Lavamos, pelamos y cortamos las verduras (el puerro, la zanahoria, la cebolla y los dientes de ajo), y las pochamos con aceite de oliva en una cacerola grande.

Cuando ya están bien rehogaditas las verduras añadimos la punta de jamón y el pollo y cubrimos con dos litros de agua. Deben quedar bien cubiertos todos los ingredientes. Ponemos todo  junto a hervir a fuego lento durante aproximadamente dos horas.


Pasado el tiempo de cocción, colamos el caldo (nos guardamos la carne para unas croquetas), rectificamos el punto de sal y lo tenemos listo para utilizar, bien sea en un consomé, en una sopa de fídeos o como reserva para preparar cualquier otra receta.


sábado, 16 de diciembre de 2017

Pollo a la cerveza

Es extraño que haya tardado tanto en añadir esta receta, que todo hay que decirlo, es una de las más habituales en casa. ¿Y porqué? Por que la salsa es superfácil de hacer, la carne queda muy jugosa y no es demasiado complicada. Les encanta, y a mi me emociona que les guste tanto, algo tan sencillo.

Esta forma de cocinar el pollo es muy similar a como hacemos el conejo o el pavo, de hecho el proceso para la salsa es el mismo, pero cada una de las carnes le aporta su saborcillo único y especifico que hace que nos guste tanto.


 Ingredientes (para 3/4 personas)
750grs- 1kg de pollo troceado
harina
aceite de oliva
33 cl de cerveza rubia(1 lata)
1 cebolla
3 dientes de ajo
250 cl de caldo de carne/gallina/pollo
Sal
Pimienta

Preparación 

Salpimentar el pollo troceado. Enharinar.

Pelar la cebolla y picar en cuadraditos pequeños.

Pelar los dientes de ajo, quitarles el germen y filetearlos.

En una olla ancha, ponemos 2 cucharadas de aceite de oliva a calentar y doraremos por todos lados las presas de pollo enharinadas. Cuando estén doradas las reservamos.

En el mismo aceite pochamos la cebolla, y cuando ya la veamos blandita agregamos el ajo picado. Salteamos medio minuto e incorporamos el pollo. Agregamos la cerveza y dejamos hervir a fuego medio hasta que se haya consumido la mitad de la cerveza. Cuando esto haya ocurrido, agregamos el caldo y dejamos hervir a fuego lento hasta que la salsa se haya reducido y espesado (unos 20 o 30 minutos como mucho).

Y lo tendremos listo para servir. Si lo acompañas de unas patatas fritas ya lo bordas.




martes, 25 de abril de 2017

Puchero de alubias pintas


Siempre hemos oido a nuestras madres, abuelas e instituciones competentes en la materia lo importante que es introducir las legumbres en nuestra dieta para que esta sea equilibrada. Con el aumento del consumo de legumbres en conserva, va siendo hora de reivindicar los guisos caseros, en los que hay que hidratar la legumbre antes de cocinarla y haciendo pucheros como los de las abuelas.

Este puchero lo hacía mi madre a menudo, pero no tanto como a mi me hubiese gustado. Ahora lo recupero y lo comparto, aquí va el vídeo y la receta de un guiso de legumbres tradicional y casero. Como debe ser.

Ingredientes (para 3/4 personas)
250 grs de alubias pintas, rayadas o rojas.
Aceite de oliva
2 dientes de ajo
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cebolla
1 tomate
sal
1 zanca de pollo
1 morcilla
1 chorizo
1 trozo de panceta

Preparación 
El dia anterior a realizar la receta poner en remojo las alubias, (las lavamos bajo el chorro de agua fría primero) asegurándonos que como mínimo están doce horas hidratándose.

En una olla ponemos las alubias y el agua donde se han hidratado, el pollo, la panceta y el chorizo y completamos cubriendo con agua todos los ingredientes. Ponemos a calentar a fuego medio, y dejamos que hierva todo junto alrededor de dos horas. Añadiremos más agua si vemos que se va consumiendo y desespumamos.

Pelamos la cebolla y la picamos muy menudita. Lavamos el tomate, retiramos el tallo y picamos. Pelamos y picamos los dientes de ajo y con estos tres ingredientes y una cucharada de aceite de oliva hacemos un sofrito, y añadimos el pimentón. Apartamos del fuego y reservamos.

Cuando ya hayan pasado las dos primeras horas de cocción añadimos la morcilla y el sofrito al puchero. Lo dejamos hervir todo junto a fuego lento, hasta que el caldo se reduzca y se espese, y la alubia quede bien blandita.

Retiramos la carne y la repartimos en raciones individuales y servimos en plato hondo o cazuelitas, un buen cucharón de alubias con un trozo de chorizo, panceta, morcilla y pollo y su caldito.

Y listas para que reconforten el cuerpo.



jueves, 16 de febrero de 2017

Guisantes salteados con jamón

La receta de hoy es una preparación muy, pero que muy sencilla y también muy práctica y resultona, ideal cuando no dispones de mucho tiempo, para preparar una cena rápida, un primer plato o una suculenta guarnición para unos huevos fritos.

Lleva poquitos ingredientes, lo que hace que sea muy económica y es muy nutritiva gracias a la fécula del guisante y a la proteína del jamón.

Vayamos pues con la preparación en formato visual:
Y ahora si, la receta en formato textual:

Ingredientes:
150 grs de guisantes (en conserva) por persona
2 lonchas de jamón por persona
2 o 3 dientes de ajo
aceite de oliva

Preparación:
Lavamos los guisantes y los escurrimos para que no tengan restos del líquido conservante. Reservamos

Picamos el jamon en cuadraditos o tiritas.

Pelamos los dientes de ajo y los cortamos en laminitas.

En una sartén ponemos aceite a calentar y doramos los ajos. Añadimos el jamón y salteamos unos segundos e incorporamos finalmente los guisantes. Salteamos todo junto y lo dejamos terminar a fuego medio entre 5 y diez minutos, hasta que queden blanditos los guisantes. Y ya podemos servir. Podemos acompañar con unas rebanadas de pan tostado o unas rodajas de huevo cocido, depende sobre todo de si lo vas a presentar como entrante o como guarnición.







martes, 7 de febrero de 2017

Aceite al ajillo

No vas a poder comer con esta receta que traemos hoy, pero lo podrás tomar con muchas otras cosas. Muchas veces, a la hora de aliñar las ensaladas o de preparar las tostadas saladas por la mañana echo en falta el toque picante del ajito. Y todo por que, me resulta desagradable manipular ajo cuando voy a desayunar. Así que, un día, se me ocurrió hacer este experimento y mira, resultó ser toda una  satisfactoria solución.

Su elaboración es muy sencilla, como ya he dicho, para tostadas, ensaladas, para hacer carne a la plancha...y seguro que se te van ocurriendo  aquí va el vídeo de la preparación:

Y ahora, la elaboración:

Ingredientes: 
1/2 litro de aceite de oliva
1 cabeza de ajo
1 recipiente de cristal o vidrio con tapa

Preparación:
Pelamos todos los dientes de la cabeza de ajo. Los partimos a la mitad, quitamos el tallo y el germen, y los introducimos en el recipiente de vidrio o cristal. Lo rellenamos con el aceite de oliva hasta que los ajos queden completamente cubiertos por el aceite.

Dejamos macerar durante 48 horas y retiramos todos los dientes de ajo. Y ya tendremos listo para probar nuestro aceite al ajillo.



sábado, 22 de octubre de 2016

Arroz a la mala leche (con costillas)

Esta entrada va dedicada a la inspiradora del invento, mi tía-abuela, y a una amiga muy especial, que seguro que va a arrasar en casa con esta receta como arrasa en los escenarios, Ana Titiricuento.

Sabéis los que habéis leido alguna de las entradas publicadas  en este blog, que me gusta una receta con historia más que a una it-girl unos zapatos nuevos. En este caso la receta tiene doble historia y su origen es muy concreto, un invento de mi tía-abuela Luisa. Ambas residimos en la misma pequeña localidad y es frecuente que nos encontremos cuando vamos a realizar las compras diarias. En estos encuentros intercambiamos opiniones, nos informamos del estado de salud de otros miembros de la familia, y hasta de lo que vamos a cocinar ese día.

Un día, me encontré con mi tía cuando volvía de comprar el pan. Me dijo que iba a la carnicería, a comprar el avío para hacer la comida a sus nietos, que iban ese día a verla.
-Yo voy a hacer un poco de arroz con pollo, que en casa les gusta mucho.-le dije
-Yo también voy a hacer arroz, pero el mío va a ser a la mala leche.
-¿Y eso cómo se hace?
- Es un invento mío- me dijo- Es que a mi hijo le gusta mucho el arroz, y un día iban a venir a comer y yo les preparé unos garbanzos, que me tiré todo el santo día con los garbanzos, y media hora antes de llegar me dice, ay mamá, no pongas garbanzos, haznos arroz que es lo que me apetece...¡LA MALA LECHE que me entró! ¿Y con que hacía yo un arroz, si lo había gastado todo con los garbanzos? Así que miré lo que tenía en la nevera (que eran unas alitas de pollo y unas costillas) freí las alitas y las costillas, hice un sofrito, eché el arroz y un poquito de azafrán, y ahí se lo planté, arroz con toda la mala leche del mundo ¿Y sabes qué? Pues que se chuparon los dedos, que era el arroz más rico que habían probado...
- La verdad es que suena bien, tengo que intentarlo.
-Si pero recuerda, ¡hay que hacerlo a la mala leche!

Así que empecé a hacerlo en casa, fui variando los ingredientes (con las costillas grandes, con alitas, con cinta de lomo, con otros troceados de pollo) y al final adapté el arroz a la mala leche de mi tia al gusto de mi casa. Aquí os dejo la receta (también el vídeo), y os advierto, no es necesario ponerle mala leche, ¡sale igual de bueno!


Ingredientes (para 3-4 personas)

Cuatro costillas troceadas en cubos
3 filetes de pechuga de pollo
1 lata de pimiento morrón
1 cebolla pequeña
1 o 2 dientes de ajo
1 pastilla de caldo
Aceite de oliva
Arroz
Sazonador para paellas, azafrán o colorante alimentario

Preparación
 En una sartén de fondo alto o paellera, ponemos aceite a calentar, y cuando esté listo añadimos las costillas y las vamos dorando.

Lavamos y pelamos la cebolla, y la picamos en pequeños daditos. Pelamos y picamos los dientes de ajo también muy finos, y cortamos el pimiento morrón en tiras.

Partimos los filetes de pollo en trozos cuadrados más o menos igual de grandes.

Cuando las costillas están doradas añadimos la cebolla, dejamos sofreir todo junto hasta que la cebolla empiece a ponerse blandita. Añadimos el pollo, y cuando este ha tomado color, incorporamos el ajo, el pimiento morrón y la pastilla de caldo y los salteamos todo junto unos minutos.

Cuando está todo bien mezclado añadimos un vaso de arroz, el azafrán, sazonador o colorante (ojo, solo uno de los tres) y mezclamos bien con el arroz y los tropezones. Después añadimos tres vasos de agua (utilizamos el mismo vaso como medida) y dejamos a fuego máximo durante 16 minutos.

Y listo para servir. Yo suelo acompañarlo de un cuarto de limón, nos gusta exprimir unas gotitas sobre el arroz.

¡Espero que os guste!


 Truquillos

1. Vigila la cocción, sobre todo en los últimos 6 minutos, si ves que no tiene caldo añade medio vaso más de agua.
2. Si el arroz te gusta un poco pasado añade medio vaso de agua más y dejalo tres minutos más de cocción.
3. Para que quede perfecto, pasados los 16 minutos, apagamos el fuego, cubrimos el arroz con su tapa o con un paño de cocina y lo dejamos un par de minutos reposar.
 


martes, 5 de enero de 2016

Rollitos de cerdo con salsa de miel y mostaza

Que me ha dado a mi por probar la miel y mostaza con toda la carne que entra en casa oye. Y que la mayoría de los experimentos salen bien, así que sigo probando.

Hace unos meses tenía unos filetes de cerdo que no sabía como preparar, y tampoco sabía muy bien como aderezarlos con una salsa rica. Y en ese momento pensé que si la miel y mostaza iban bien en las salsas de asados, también podían sentarle bien a otro tipo de preparaciones.

Y así nacieron estos rollitos, que ya me los piden en casa, ¿para cuando rollitos en salsa de miel y mostaza? Pues para hoy mismo.

Aquí el vídeo.



Ingredientes:

2 filetes de cerdo por persona (puede usarse también cinta de lomo fresca, sin adobar, pero entonces necesitaremos unos cuatro filetes por persona)
4 o 5 lonchas de jamón serrano
2 dientes de ajo
1 calabacín
1 cebolla
2 cucharadas de miel
2 cucharadas de mostaza
1 vaso de caldo
1 vaso de vino blanco
harina
aceite
sal

Preparación:

Partimos los filetes en dos para que sean más pequeños y manejables.
Picamos el jamón y un diente de ajo y lo mezclamos. Ponemos una pequeña cantidad de esta mezcla en cada  porción de filete y los enrollamossobre si mismos. Si no se aguantan puede utilizar palillos para mantenerlos atados. Los enharinamos y los doramos en una sartén o cacerola.

Mientras pelamos la cebolla y el calabacín, y los picamos. Hacemos lo mismo con el diente de ajo.

Cuando los rollitos están bien dorados por todas partes, los sacamos del fuego y los reservamos, y en la misma sartén realizamos un sofrito con la cebolla, el calabacín y el ajo (si te ah sobrado algo del picadito del relleno, también se lo puedes echar).

Cuando está todo cogiendo color, añadimos el vaso de vino, el vaso de caldo, 2 cucharadas de miel y 2 de mostaza, removemos y volvemos a meter los rollitos para que se empapen del sabor. Lo dejamoshervir todo junto a fuego lento hasta la que la salsa se reduzca considerablemente.

Cuando el caldo se haya consumido casi por completo apartamos del fuego, retiramos de nuevo los rollitos y pasamos la salsa por la batidora. Si ha espesado mucho podemos añadirle un deditod e agua tibia para que la salsa sea más cremosa.

Después volvemos a juntar salsa y rollitos y lo dejamos hervir todo junto a fuego lento cinco minutos más.
Y listo para servir.



domingo, 25 de octubre de 2015

Pavo en salsa de cerveza

Hola de nuevo.
Después de casi un año de ausencia regreso para aumentar este baúl con recetas de mis menús diarios.

Cuando el tiempo para cocinar no es mucho y los elementos de los que dispones no son bastantes, hay que adaptar las recetas más sencillas.

Un día no demasiado lejano, me hice con una oferta en la que se incluía carne de pavo para estofar, así que la cogí pensando en hacer el estofado de pavo de mi suegra que está buenísimo; pero llegado el momento de cocinar se me echó el reloj encima y tuve que improvisar otra preparación, que es la que os traigo. Pensé que el pavo no debía casar mal con una salsita de cerveza, y el resultado fue muy, pero que muy recomendable...tanto que ya ha sido incluida esta receta entre mis platos habituales.

Tenemos vídeo:

Y ahora la receta:

Ingredientes
 
1/2 kilo de pavo troceado (para estofado)
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 lata de cerveza
1 vaso de caldo (o en su defecto pastilla de caldo y vaso de agua)
aceite de oliva
harina
sal

Preparación

Rebozamos los trozos de pavo en harina. En una sartén grande ponemos un par de cucharadas de aceite de oliva a calentar y doramos los trozos de pavo.

Mientras se realiza esta operación, vamos preparando las cebollas, pelamos, lavamos y picamos, y hacemos lo mismo con los dientes de ajo.

Una vez que los trozos de pavo están bien doraditos los sacamos del fuego y los reservamos, y en la misma sartén pochamos la cebolla y el ajo. Cuando la cebolla ya está bien hecha, incorporamos de nuevo el pavo y añadimos la cerveza, dejando que se reduzca casi totalmente el líquido.

Una vez reducida la cerveza añadimos el vaso de caldo y lo dejamos hervir todo junto a fuego lento unos diez o quince minutos, hasta que la salsa espese.

Y lo tenemos listo para comer, rápido, económico y buenísimo.

Truquillos

El plato se puede servir tal cual, pero si no te gusta encontrar los trocitos de cebolla (o tienes niños en casa que prefieran las salsas convenientemente trituradas) puedes pasarla por la batidora y se queda finísima.

El plato gana mucho acompañado de unas ricas patatas fritas, pero también va fenomenal con un poco de arroz.


jueves, 20 de noviembre de 2014

Niños envueltos

En mi memoria aparece mil veces la escena y mil veces me hará reir. Llegar corriendo a casa del colegio y preguntarle a mi madre ¿Qué hay para comer? y desde los fogones ella responder "Niños envueltos". Me acerqué al horno a ver a que niño de la familia había decidido cocinar mi madre... pero afortunadamente solo era un rico plato de ternera en salsa.

Y desde aquel momento de tensión (fue más brutal el dia que me dijo que había Ñitos y ya os traeré la receta) los niños envueltos han sido uno de mis platos favoritos. Los he comido en muchas partes con muchas variantes, en el relleno, en el rebozado, en la salsa...pero siguen siendo Niños envueltos.

Esta receta que os traigo hoy es una mezcla entre la que hacía mi madre y la que hace mi suegra, y como hemos juntado lo mejor de cada casa está de miedo.

Aquí va el vídeo:

Y aquí la receta, que advierto, es laboriosa.

Ingredientes
1 o 2 filetes de ternera por persona
1 par de lonchas de jamón serrano
2 dientes de ajo
1 pastilla de caldo
1 cebolla
1 o 2 pimientos
1 vaso de vino blanco
harina
perejil
sal
aceite de oliva

Preparación
Cortamos los filetes en tiras de unos tres dedos de anchura. Picamos el jamón en trocitos y hacemos un majado con un diente de ajo y el perejil.

Agregamos el majado con el jamón y mezclamos bien y con esta pasta de jamón y ajo rellenamos las tiras de ternera y las envolvemos sobre si mismas. Podemos sujetar con un palillo para que no se nos deshagan al dorarlos. Enharinamos bien los niños envueltos.

Picamos bien  la cebolla y el pimiento. 

En una sartén amplia ponemos un chorrito de aceite de oliva a calentar y doramos los niños. Después apartamos y reservamos.

En la misma sartén hacemos un sofrito con la cebolla, el ajo y el pimiento. Cuando ya está bien tierna la verdura, agregamos la pastilla de caldo y un vaso de vino blanco, y dejamos reducir.

Cuando el vino se ha evaporado un poquito añadimos los niños de nuevo y dejamos que se empapen y se cocinen con la salsa . Cuando la salsa se haya reducido están listos para comer. También puedes pasarla por la batidora como hago yo, para poder mojar pan. Y listos.




jueves, 6 de noviembre de 2014

Patatas a la riojana

Cuando yo era niña mi madre preparaba este plato sin llamarlo patatas a la riojana. De hecho, lo llamaba Patatas a lo pobre. Le gustaba escuchar programas de radio (en aquellos tiempos lejanos, cuando se escuchaba la radio) en los que se hablase de recetas de cocina, que ella, muy atenta, copiaba en un cuadernito de notas. Un día, después de copiar la receta de patatas a la riojana, miró su libreta sorprendida y exclamó ¡pero si estas son mis patatas a lo pobre! Y desde entonces en casa se les cambió el nombre y muy orgullosa mi madre hacía sus patatas a la riojana, que una vez establecido el vínculo con una comunidad autónoma de tanta tradición gastronómica, habían sido elevadas de estatus.

Hace poco tiempo, comiendo con unos amigos, (uno de ellos orihundo de  de La Rioja),  en el menú aparecía este plato, y cuando el que no era riojano preguntó que ingredientes llevaban estas patatas, el de la rioja dijo "si son a la riojana,  llevarán chorizo y pimiento; ahora le echan chorizo y pimiento a todo y ya les llaman a la riojana". En parte parecía dolido, como si se hubiese reducido el campo gastronómico de La Rioja al chorizo y el pimiento (dos ingredientes imprescindibles en toda cocina, por otro lado) y en parte condescendiente, como si realmente el plato no fuese típico de La Rioja.

Dicho esto, yo reflexiono y pienso ¿y que más dá que se llamen a la riojana o a lo pobre? ¡La cuestión es que están buenísimas, y además son muy baratitas de preparar!

A la Riojana o a lo Pobre...¡allá vamos con la videoreceta!


Y después con la receta escrita, tal y como las hacía mi madre.

Ingredientes:

1 diente de ajo
1 lata pequeña de pimiento morrón
1 sarta de chorizo (no la usaremos entera)
1 cebolla
1 zanahoria
pimentón dulce
aceite de oliva
1 pastilla de caldo
4 o 5 patatas de tamaño mediano

Preparación

Pelamos y lavamos las patatas, las triscamos y las reservamos en agua fría. Cortamos un palmo de chorizo, le quitamos la piel y lo troceamos en rodajas. Pelamos  también la cebolla y la picamos muy menudita, y hacemos lo mismo con el ajo. El pimiento después de escurrirlo lo troceamos en tiras y la zanahoria en rodajas. Todo muy bien lavado y pelado.

En una olla ponemos un par de cucharadas de aceite de oliva a calentar y hacemos un sofrito con la cebolla y el ajo al que después añadiremos la zanahoria y el pimiento rehogándolo todo un par de minutos. Incorporamos el chorizo y sofreimos. Añadimos una cucharadita de pimentón, y por último  las patatas y la pastilla de caldo y volvemos a rehogar un par de minutos.

Cubrimos las patatas con agua y ponemos a cocer. Cuando la patata esté blandita y el caldo haya espesado considerablemente  (lo que ocurrirá en unos cuarenta minutos) tendremos listo nuestro plato de cuchara. ¡Y a disfrutar!


jueves, 16 de octubre de 2014

Chuletas de pavo asadas

De vez en cuando compro pavo. A veces las pechugas, otros los muslos, y en ocasiones esas chuletas tan bien preparaditas que encontramos en bandejas en los supermercados (con menos frecuencia las veo en la carnicería). Las puedes encontrar adobadas o frescas, y hasta que se me ocurrió meterlas en el horno las hacía a la plancha.

El problema es que si son muy gordas, al cocinarlas a  la plancha pueden quedarse un poco crudas y a mi las aves crudas no me gustan, me gustan bien cociditas, de hecho prefiero que estén un pelín pasadas de cocción a que estén un pelín crudas, así que asarlas es la mejor opción para mi familia. También se ennegrecen mucho si ya están adobadas y tampoco me gusta llevar los platos a la mesa con carbonilla.

Ingredientes
2 chuletas de pavo por persona
3 patatas
2 zanahorias
1 pastilla de caldo
2 dientes de ajo
1 cucharada de perejil
1 cucharada de tomillo
1 cucharada de romero
1 vasod e vino blanco
aceite de oliva

Preparación
Pelamos y lavamos las patatas, las cortamos en láminas y las colocamos en una fuente refractaria haciendo una cama para las chuletas. Las regamos con un poquito de aceite de oliva, una pizca de sal y metemos al horno a 180 grados para que se vayan asando.

Pelamos y lavamos las zanahorias y las cortamos en bastoncitos, las colocamos sobre la cama de patatas, y encima ponemos las chuletas de pavo.

Preparamos  un majado con los ajos, el perejil, el tomillo, el romero y la pastilla de caldo. Mezcalmos todo con un vaso de agua caliente y añadimos el vino blanco. Regamos con es te caldo las chuletas y las patatas cada 15-20 minutos, dándole la vuelta a las chuletas para que se hagan por todas partes igual.

Subimos al horno a 200 grados y vamos vigilando, las chuletas estarán listas en 40-50 minutos, pero puedes dorarlas un poco más si te gustán más pasadas.

Servimos en un plato con unas patatitas y la salasa del asado. Y listas para saborear.


miércoles, 6 de agosto de 2014

Ternera en salsa de naranja

Ya advertí que vendría con esta receta cuando publiqué en el blog la receta de Ternera en salsa de zanahoria. Y lo prometido es deuda, aquí viene una receta de ternera con una salsa un poco dulce pero no demasiado.

Como ya dije, esta receta es una vulgarización del plato que preparaba mi madre. Ella asaba una pieza de redondo y según la ocasión lo servía con salsa de zanahoria, con salsa de naranja, y si, la ocasión era realmente especial, la servía con las dos salsas. La verdad es que es un plato muy vistoso y rico, pero no todos los días podemos estar asando un redondo, así que yo lo hago con los filetes fritos y queda muy rica también.



Ingredientes

2 o 3 filetes de redondo de ternera por comensal
harina
aceite
1 cebolla
1 ajo
1 zanahoria
3 naranjas de zumo
1/2 vaso de vino blanco
1/2 vaso de caldo o 1 pastilla 
sal
pimienta

Preparación

Pelamos la cebolla, la zanahoria y el ajo y lo picamos, lo guardamos para realizar la salsa a posteriori.

Salpimentamos los filetes, los enharinamos y los freimos. Una vez dorados los reservamos.

En el mismo aceite de los filetes sofreimos la cebolla hasta que está dorada, añadimos el ajo y la zanahoria y lo rehogamos hasta que la zanahoria está blandita, añadimos el vino blanco y lo dejamos reducir.

Exprimimos las naranjas y guardamos el zumo.

Cuando el vino ha reducido incorporamos el caldo y el zumo de naranja y lo dejamos hervir todo junto unos cinco minutos. Pasado este tiempo sacamos la salsa del fuego y la pasamos por la batidora hasta tenr una salsa fina. Si nos queda algún grumito y la queremos aun más fina, la pasaremos por pasapurés.

Después volvemos a incorporar en la sartén la salsa de naranja y los filetes de carne y lo dejamos hacer chup chup a fuego lento unos diez o quince minutos, moviendo con frecuencia. Pasado este tiempo estará listo para servir, y resulta ideal si está acompañado de unas patatas fritas o un poco de arroz hervido.


miércoles, 30 de julio de 2014

Estofado de ternera con vino tinto

Desde que seguí las instrucciones de Tomasa para realizar el ragoût de ternera, le he perdido el miedo a la olla rápida y ahí estoy cada dos por tres haciendo experimentos a ver que tal salen. Uno de los estofados que más me gustaba de mi madre es el de ternera con vino tinto, que además lo hacia en su olla expres, pero que a mi se me había resistido por al cuestión de los tiempos.

Aquí os dejo el vídeo para que veais lo sencillo que es:


Y aquí os dejo la receta:

Ingredientes
1/2 kilo de ternera troceada
3 patatas
1 zanahoria
1 cebolla
1 ajo
harina
1 vaso de vino tinto
1 vaso de caldo o una pastilla de caldo
sal
pimienta
aceite de oliva

Preparación

Salpimentamos la carne, la enharinamos y la doramos en la olla con un par de cucharadas de aceite de oliva.

Pelamos la cebolla, la lavamos y la picamos bien pequeña. Pelamos la zanahoria y la cortamos en rodajas. Pelamos el ajo y lo picamos.

Cuando la carne esté dorada la sacamos y la reservamos. En el mismo aceite doramos la cebolla y cuando ya está con un olor bonito añadimos las zanahorias y rehogamos un par de minutos. Añadimos los ajos y dejamos un minutillo más e incorporamos la carne. Lo dejamos un par de minutos y añadimos un vaso de vino tinto (cuanto mejor sea la calidad del vino más rico estará el guiso). Dejamos reducir el vino, hasta que se nos haya formado una salsa espesa y el líquido se haya reducido a la mitad. Añadimos el vaso de caldo, o en su defecto disolvemos una pastilla de caldo en agua caliente y lo agregamos. Removemos y añadimos agua hasta cubrir la carne un poquito.

Ponemos la tapa a la olla, a fuego fuerte hasta que empiece a pitar  y la dejamos a fuego medio  veinte minutos desde que empiece a pitar.

Pelamos las patatas, las lavamos bien y las triscamos, y las dejamos sumergidas en agua hasta que les llegue su momento.

Transcurridos los veinte minutos de cocción en la olla rápida, y siempre teniendo en cuenta las medidas de seguridad necesarias, abrimos la olla e incorporamos las patatas, volvemos a cubrir con agua si fuese necesario, tapamos la olla y repetimos el proceso 15 minutos.

Una vez pasado el tiempo volvemos a abrir la olla y lo tendremos listo para comer.



miércoles, 23 de julio de 2014

Alitas de pollo fritas con salsa de ajillo y vino

Las alitas de pollo fritas eran un clásico en mis veranos infantiles. Recuerdo cenar en terrazas de bares al fresquito de la noche enorme bandejas de alitas fritas. También en casa nos las ponían y siempre me encantaron.

Como se supone que tienen mucho colesterol del malo en la piel, (lo dicho, se supone, exactamente no se cuanto colesterol aportan) pues no las pongo mucho, pero de vez en cuando se nos cuela este pecado venial en casa.


Ingredientes

4 o cinco alitas enteras por persona
2 o 3 ajos
1/2 vaso de vino blanco
perejil picado
aceite abundante

Preparación

Freímos las alitas en una sartén con abundante aceite y caliente. Ojo, es habitual que el aceite salte un poco así que no está de más extremar las precauciones.

Partímos el ajo en filetitos y cuando tenemos casi todas las alitas fritas (lo normal es que no entre más de cuatro en la sartén así que tendremos que hacer un par de rondas) empezamos a preparar la salsa.

En una sartén pequeña ponemos a dorar los ajos, y cuando empiezan a coger color añadimos el perejil y el vino blanco con mucho cuidado de no quemarnos con el chisporroteo (se puede hacer a fuego lento y así no salta tanto). Dejamos reducir el vino hasta 1/3 parte.

En una fuente o plato colocamos las alitas, les espolvoreamos un poco de sal y regamos con la salsa (procurando que todas se mojen por igual). Podemos acompañar la fuente con unos gajos de limón por si alguien quiere ponerle el toque ácido, y listas para disfrutar.

domingo, 1 de junio de 2014

Lentejas guisadas

Las lentejas son fantásticas para cocinar legumbre si no te acordaste de dejar ninguna otra en remojo. Mi variedad favorita, ya lo he dicho alguna vez, es la lenteja pardiña, pero la pequeña, que me parece más tierna y con más sabor.

Ya apunté una vez la receta de mis lentejas estofadas, bueno pues hoy os voy a dar la receta de mis lentejas guisadas. La diferencia radical es que las primeras apenas necesitan atención, pero en este caso debemos prestar un poco más de cariño al guiso. El resultado es igual de bueno, o más.

¡Ah si! Hay video:

Y ahora la receta:

Ingredientes
1 cuarto de pollo
1 morcilla
1 chorizo
1 o 2 patatas
1 zanahoria
2 o 3 puñaditos de lentejas por persona
1 ajo
1/2 cebolla
aceite de oliva
1 cucharadita de pimentón dulce
1 vaso de caldo, o en su defecto 1 pastilla 


Preparación

Ponemos las lentejas en remojo una hora antes de cocinarlas (es suficiente con 30 minutos). Apartamos todas aquellas que floten.

En una olla ponemos agua a calentar. Cuando este a punto de romper a hervir añadimos una cucharada de aceite de oliva. Incorporamos el pollo, el chorizo y la morcilla.

Escurrimos las lentejas y las incorporamos también. Desespumamos cada vez que sea necesario.

Pelamos la patata y la zanahoria y la incorporamos al guiso. Añadimos otro chorrito de aceite de oliva y el vaso de caldo (o en su defecto la pastilla de caldo). Dejamos hervir unos 30 minutos.

Durante ese tiempo pelaremos la media cebolla y la picamos muy chiquitita. Hacemos lo mismo con el ajo.

En una sartén calentamos una cucharadita de aceite de oliva y hacemos un sofrito con la cebolla y el ajo. Cuando la cebolla esté bien pochadita, añadimos una cucharadita de pimentón dulce, rehogamos unos segundos e incorporamos este sofrito al guiso. Dejamos hervir otros 30 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que el caldo de las lentejas adquiera el espesor que te guste.

Servimos con un trozo de patata, zanahoria, pollo, chorizo y morcilla bien calentitas, y ya están listas para degustar.