Mostrando entradas con la etiqueta cebolla. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cebolla. Mostrar todas las entradas

martes, 24 de diciembre de 2019

Lombarda con butifarra y manzana

En alguna ocasión ya he dicho que soy fan de la lombarda en Navidad: me fascina ese color morado sobre los platos y lo deliciosa que me sabe. Para mi es algo tan típico de la gastronomía navideña como el turrón o los mazapanes.

Hace unos años publiqué una adaptación de la receta que traigo hoy, que es la original que se preparaba en mi casa cuando yo era una niña y que sigue siendo con mucho la receta que más me gusta para la lombarda. Además la hago con butifarras de mi carniceria de confianza, que están más ricas que otras que he probado y queda estupenda de sabor.

Tiene a su favor entre otras cosas que es un plato muy sabroso, nutritivo y económico. 
No voy a dar más rodeos, que aunque es fácil de preparar lleva su trabajito.
Ingredientes
Col lombarda (aproximadamente 1 kilo)
1 chorrito de vinagre de manzana, uva o vino
sal
2 manzanas
1 cebolla
aceite de oliva
1 par de dientes de ajo
1 ristra de butifarras  blancas pequeñas

Preparación
Lo primero que hemos de hacer es limpiar la lombarda: le retiramos las hojas exteriores y la limpiamos bien. Después cortamos la parte del tallo y abrimos a la mitad para poder cocerla mejor.

En una olla pondremos abundante agua a calentar, añadimos un chorrito de vinagre para evitar que la col pierda su color y dejamos hervir durante 15-20 minutos.

Cuando la col esté cocida la escurrimos y la dejamos enfriar, y después la trocemos en tiras no demasiado grandes.

Mientras preparamos los otros ingredientes: Pelamos y lavamos la cebolla y la picamos muy menudita. Pelamos los ajos y los fileteamos. Lavamos las manzanas, las pelamos y partimos en dados, y por último troceamos las butifarras en rodajitas.

En una cacerola ponemos aceite de oliva a calentar (dos o tres cucharadas), pochamos la cebolla y cuando empiece a dorarse agregamos el ajo y la butifarra; una vez que la butifaarra haya cogido color, incorporamos la manzana, salteamos un par de minutos y agregaremos la col lombarda troceada. 

Lo rehogamos todo junto durante 15 o veinte minutos (dependiendo de si te gusta la lombarda más pasada o más crujiente) y tendremos nuestro festivo plato listo para servir.



martes, 20 de agosto de 2019

Arroz con costillas

Creo que alguna vez ya he recordado en el blog como en mi casa era tradición comer los domingos, en invierno, cocido y en verano arroz, mayormente paella, pero algunas veces con variantes. Confieso que no sigo la tradición a pies juntillas pero si que en verano suelo hacer al menos una vez por semana un plato de arroz.

Una de las formas preferidas en casa es el arroz con costillas, que me resulta muy sencillo de preparar, y está delicioso. Os dejo la receta, y me voy a seguir disfrutando de los últimos días del verano.

Ingredientes (para 3/4 personas)
1/2 kilo de costillas de cerdo
1/2 Cebolla
Pimiento morrón
2 vasos de arroz
sal
sazonador para paellas, azafrán o colorante alimentario (opcional)
aceite de oliva

Preparación
 Preparamos la cebolla pelándola, lavándola y picándola muy menudita. Cortamos el pimiento morrón en tiras.

En una cazuela o paellera  echamos un par de cucharadas de aceite de oliva y doramos a fuego medio las costillas. Cuando las veamos doraditas por todas partes, agregamos la cebolla y el pimiento, y dejamos que se sofría todo junto a fuego medio entre cinco y diez minutos. Después bajamos el fuego, tapamos y dejamos que se hagan las costillas a fuego lento otros diez minutos.

Agregamos el arroz y el sobre de sazonador (o unas hebras de azafrán o colorante alimentario), removemos para que se impregne todo y agregamos tres medidas de agua por cada medida de arroz (tres vasos de agua por cada vaso de arroz). Sazonar.

Subimos a fuego máximo y dejamos que hierva todo junto durante 16 minutos. Dejamos que hierva sin remover, como mucho mover un poco la cazuela para que se reparta bien el agua durante la cocción, pero cuanto menos lo toquemos mejor. Pasados esos dieciseis minutos, apartar del fuego, tapar la cazuela y dejar que el vapor termine de cocinar el arroz durante tres o cuatro minutos más.

Y ya podemos servir un delicioso plato de arroz con costillas.

martes, 9 de julio de 2019

Ensalada de tomate, atún, huevo y cebolla morada

Las vacaciones escolares han empezado y estamos inmersos en las actividades veraniegas. A nosotros, el tiempo que no podemos ir fuera, nos gusta ir a la piscina a pasar el día, o la mañana, o la tarde...vamos a estar en remojo y tener la sensación de veraneo aunque estemos trabajando. Además a los peques siempre les viene bien estas actividades "compatibles" con las responsabiliades adultas.

¿Compatibles? No tener vacaciones laborales y tener que ocuparse de los peques y además mantener una alimentación saludable...¡no siempre se puede! Por eso me gustan  estas recetas que son fáciles de preparar, sanas, fresquitas (como conviene a la estación estival) y que puedes meter en un recipiente hermético y comer en cualquier lado...como mo ¡hablamos de una ensalada!

Aquí va la propuesta ensaladera de esta semana, nutritiva, saludable, baja en calorías, económica y transportable.

Ingredientes
Tomate para ensalada
Huevo
cebolla morada
Atún en conserva (en aceite vegetal o al natural)
Aceite al ajillo o al aceite de oliva
orégano
vinagre de módena ( o al gusto)
sal

Preparación
Ponemos agua a hervir en un cazo y cocemos un huevo (unos diez minutos ). Dejamos enfrias o enfriamos con agua fría. Quitamos la cáscara, y partimosen rodajas o gajos (como más nos guste) y reservamos.


Lavamos bien los tomates, los cortamos en gajos y los colocamos en forma de flor en el plato.

Escurrimos el atún en conserva y lo colocamos en el centro de la flor de tomate.

Pelamos y lavamos la cebolla, la partimos muy fina en rodajas o tiras, y repartimos sobre la ensalada.

Por último colocamos  el huevo partido que teníamos reservado.

Aderezamos la ensalada con una emulsión relaizada con el aceite de oliva, el vinagre, la sal y el orégano.

¡Y lista para comer o para llevar!


martes, 26 de febrero de 2019

Arroz con champiñones y jamón

Cualquier menú que se precie debe incluir, al menos una vez por semana, un buen plato de arroz;  motivo por el que necesitamos recetas variadas para no repetirnos y no cansarnos de comer el arroz siempre igual. En mi caso esto ha sido un doble reto, ya que tardé bastante en hacer buenos arroces que estuviesen al gusto de toda la familia. Pero el tiempo y la práctica me han ayudado a incorporar un puñadito de recetas muy fáciles con las que podrás hacer arroces para chuparse los dedos.

En este caso lo haremos con champiñones frescos (se puede hacer también con champiñón en conserva pero el sabor es mucho mejor si son frescos) y jamón serrano.

¿Te atreves a probarlo? ¿Que otras recetas de arroz preparais en casa?

Aquí os dejo la receta por escrito y el vídeo, con todos los detalles para que os salga riquísimo.

Ingredientes
1/2 vaso de arroz por persona
150 grs de champiñón fresco por ración
2 lonchas de jamón serrano por ración
2 dientes de ajo
1/2 cebolla
1 vaso de caldo (opcional)
sal
aceite de oliva

Preparación
Preparamos los champiñones limpiándolos bien de tierra. Cuando están perfectamente limpios los cortamos en láminas y los reservamos.

Pelamos, lavamos y cortamos la cebolla muy picadita. Hacemos lo mismo con los ajos y reservamos por separado.

Picamos el jamón menudito y reservamos.

En una olla ponemos aceite de oliva a calentar. Cuando está caliente, sofreimos la cebolla. Cuando ésta empieza a dorarse añadimos el ajo picadito, rehogamos todo junto y antes de que empiece a tomar color agregamos el jamón, salteamos con la cebolla y el ajo medio minuto y añadimos el champiñón laminado.

Rehogamos el champiñón durante el tiempo suficiente para que reduzca su volumen (se quedará en un tercio de lo que era al principio). Cuando el champiñón rehogado ha perdido gran parte de su volumen, es el momento de añadir el arroz y saltear con toda la preparación durante un minuto. Sazonamos.

Después agregamos tres medidas de agua por cada medida de arroz, pudiendo sustituir una de las medidas por un vaso de caldo, pero esto es opcional. Si no tienes caldo preparado, no es necesario, se puede hacer solo con agua.

Dejamos hervir durante 15 minutos y reposar durante otros tres, y estará listo para servir.

martes, 22 de enero de 2019

Espárragos con vinagreta

Llevamos todo el mes comiendo lo más sano posible, para compensar el festival  de despropósitos que aún arrastramos desde las navidades. Así que hoy tomaremos de entrante un plato muy saludable y bajo en calorías: espárragos con vinagreta. Es un plato muy sencillo que viene muy bien en casos en los que no se dispone de mucho tiempo; es más sabroso que los espárragos solos en el plato y menos calórico que los espárragos con mayonesa. Y es una forma de tomar un par de las consabidas cinco raciones de frutas y verduras que nuestro cuerpo necesita cada día.

Aquí os dejo los pasos para preparar este plato rápidamente.


Ingredientes
Espárragos blancos en conserva (4 por ración).
Tomate
Pimiento rojo
Pimiento verde
Cebolla
Aceite
Vinagre
Sal


Preparación

Hacemos la vinagreta, lavamos y secamos bien los pimientos y los tomates. Limpiamos los pimientos quitándoles el tallo, las semillas y los nervios internos. Troceamos en cuadraditos y reservamos.

Lavamos el tomate, eliminamos el centro leñoso y cortamos en cuadraditos. Reservamos.

Quitamos la primera capa de la cebolla, la lavamos bien y la picamos muy menudita.

En un bol mezclamos todos los vegetales picados y lo aliñamos con aceite, vinagre y sal.

En cada plato serviremos una ración de espárragos con una buena dosis de vinagreta.

Y ya tenemos listo el plato de verduras para comer.

martes, 20 de noviembre de 2018

Salsa Vinagreta

Llevaba tiempo queriendo escribir algo sobre esta peculiar receta. Y digo peculiar porque aunque su preparación es muy sencilla y sus ingredientes van en crudo, se presenta a lo largo de la geografía española con pequeñas variaciones,tanto en el nombre, como en los ingredientes que la componen.

En Madrid, es habitual encontrarla con este nombre: Vinagreta (o salsa Vinagreta). Se trata de una especie de ensalada cuyos ingredientes básicos son tomate, pimiento y cebolla aliñados con sal, vinagre y aceite de oliva. Pero la vinagreta, cuando se sirve en Cádiz, ya no se llama vinagreta sino piriñaca, y es habitual que aparezca como guarnición de pescados (que rica la caballa con piriñaca), o en Jaén, donde se conoce como pipirrana. Otra seña de identidad de la pipirrana andaluza: de forma habitual lleva pepino. En el País Vasco hay otra variante: la piperrada, que se caracteriza por la presencia de varios tipos de pimientos, que además aparecen cocinados en lugar de en crudo.

Encontramos esta ensaladita a lo largo de la geografía española: no sólo es habitual en Madrid, Andalucía o el País Vasco, sino también en La Mancha o Cantabria, y dependiendo de cada lugar la podemos encontrar también con atún desmigado, huevo  o patata cocida. ¡Que de posibilidades con tan solo seis ingredientes básicos!.

Yo aquí, os dejo la Vinagreta que se hacía en mi casa, y a partir de ahí que cada uno experimente las variantes que le apetezcan.
Ingredientes
1 pimiento verde
1 pimiento rojo
1 tomate rojo
1 cebolla
sal
aceite
vinagre

Preparación 
Lavamos bien las hortalizas, las secamos, y cortamos en daditos, tanto el pimiento como el tomate. La cebolla también la picamos en cuadraditos muy pequeños. Reservamos todo junto en una ensaladera y mezclamos.
Aliñamos con aceite, sal y vinagre al gusto.

Podemos servirla recién hecha, o previamente refrigerada (aguanta 3 o 4 días en la nevera), acompañando carnes o pescados a la plancha, e incluso con otras verduras, como por ejemplo unos espárragos.

Al estar compuesta de vegetales es muy baja en calorías, por lo que se adapta muy bien en dietas hipocalóricas.

Y tú, ¿que otras variantes conoces de la Vinagreta?




martes, 6 de febrero de 2018

Salsa casera de tomate frito

Uno de los ingredientes que usamos a menudo en la cocina es la salsa de tomate frito, o al menos yo, la uso muchísimo. La falta de tiempo me obliga a utilizar en muchas ocasiones (más de las que me gustaria) tomate frito ya preparado. Pero a veces el tiempo llega para todo, y puedes lucirte preparando la salsa casera, que está muchísimo más rica, tiene más sabor...y dura menos que la preparada.

En cualquier caso es una salsa que conviene saber hacer para no depender de los preparados comerciales. Aquí os dejo el vídeo:
 Y ahora la receta por escrito:

Ingredientes (para obtener 1/4 de kilo de salsa aproximadamente)
1 kilo de tomates maduros (preferiblemente de rama o pera)
1 cebolla
1 diente de ajo
sal
azúcar
aceite de oliva


Preparación

Pelamos, lavamos y picamos la cebolla. Reservamos.

Pelamos el diente de ajo y lo picamos. Reservamos.

Lavamos los tomates, le quitamos el extremo del tallo, y si tuviera restos leñosos los eliminamos también. Cortamos los tomates en trozos grandes.

En una olla o sartén ponemos dos cucharadas de aceite de oliva a calentar y pochamos la cebolla. Cuando está doradita, agregamos el ajo y lo rehogamos con la cebolla uno o dos minutos. Agregamos el tomate y rehogamos todo junto. Añadimos una pizca de sal y una cucharadita de azúcar (para eliminar la acidez del tomate). Bajamos la intensidad del fuego y dejamos cocer a fuego lento todo junto unos 40 minutos.

Cuando haya pasado el tiempo de cocción, probamos, rectificamos el punto de sal y de acidez y cuando esté a nuestro gusto, trituramos con una batidora y con  un pasapurés o con un colador chino, para eliminar restos de semillas y pieles.

Y ya tenemos una salsa casera de tomate frito que será estupenda para acompañar un arroz a la cubana, o para preparar un magro con tomate.

martes, 23 de enero de 2018

Caldo de pollo

Una preparación básica cuando nos metemos a cocinillas es aprender a hacer un buen caldo casero, ya que el caldo es algo que utilizamos más habitualmente de lo que creemos, bien para preparar salsas, para regar asados, o incluso para preparar una sopa, que tan bien sienta en estos días tan fríos.Además, si preparamos un caldo casero, los restos cárnicos se pueden aprovechar para hacer croquetas, con lo que resulta una opción muy económica.

Vamos con la preparación, que es muy sencilla:
Y por escrito, también, para los lectores de este blog.

Ingredientes 
1 puerro
1 zanahoria
1 cebolla
1 diente de ajo
1 cuarto de pollo grandecito
1 punta de jamón
2 litros de agua
aceite de oliva
sal

Preparación

Lavamos, pelamos y cortamos las verduras (el puerro, la zanahoria, la cebolla y los dientes de ajo), y las pochamos con aceite de oliva en una cacerola grande.

Cuando ya están bien rehogaditas las verduras añadimos la punta de jamón y el pollo y cubrimos con dos litros de agua. Deben quedar bien cubiertos todos los ingredientes. Ponemos todo  junto a hervir a fuego lento durante aproximadamente dos horas.


Pasado el tiempo de cocción, colamos el caldo (nos guardamos la carne para unas croquetas), rectificamos el punto de sal y lo tenemos listo para utilizar, bien sea en un consomé, en una sopa de fídeos o como reserva para preparar cualquier otra receta.


sábado, 23 de diciembre de 2017

Carrilleras de cerdo al vino blanco

No hace mucho que en casa comemos carrilleras, de hecho debe hacer aproximadamente un año que se introdujeron en nuestra  dieta, y he de decir que espero que se queden por muchos años.

Siempre he sido reacia a cocinar las partes cárnicas de la cara del animal, no me pregunteis porqué, pero le tengo cierto respeto a cocinar todo lo que me recuerde a la casquería, por miedo a que no me salga rico. Hace unos años tenía cerca una carniceria que las vendía ya preparadas, solo calentar y servir, y un día las probé, y oye me gustaron. Eran estofadas con verduritas, pero estaban buenas, solo que yo prefería el ragout (para esa receta en concreto).

Hace más o menos un año, mi adorada suegra me obsequió con un kilo de carrilleras, que había comprado porque las vio muy hermosas. No se si mi cara reflejaría la tremenda ignorancia que tenía respecto a como se preparar unas carrilleras.

Así que ese mismo día me puse a buscar por internet y ¡oh sorpresa! decenas de recetas distintas y apetecibles, así que decidí probar con  la que estaba publicada en la web  Todosacomer.net, Carrilleras al vino tinto de Arguiñano, y allí que me fui dispuesta a seguir, al pie de la letra cada uno de los pasos.

La primera me la llevé en la frente (y la segunda también).  Cuando me puse a cocinar me di cuenta que no tenía vino tinto, y solo tenía blanco: "bueno", pensé, "vino es vino" y le metí el primer cambio (ya sabeis lo que me cuesta ser fiel a las recetas originales). Resulta que la citada receta daba los tiempos de cocción en una olla rápida. Ahí estaba yo preparándola, cuando de repente, se me partió el mango. Si, como lo lees.

Así que el azar me impuso el segundo cambio, hacerlas a fuego lento y sin olla rápida. Aquí os dejo pues, esta variante de la receta mencionada, que tiene la particularidad de hacerse SIN olla expres y CON vino blanco en lugar de tinto. Ya me comentareis (si os apetece) que os parece el resultado. En mi casa hablan de ponerme una estatua cada vez que las hago para comer.

Ingredientes
1 kilos de carrilleras de cerdo
1 puerro
1 cebolla
2 zanahorias
2 dientes de ajo
1/2 litro de caldo
1 vaso (250 cc.) de vino blanco
aceite de oliva
harina
sal y pimienta

Preparación

Lavar bien todas las verduras, pelar las zanahorias y la cebolla y limpiar el puerro. Pelar tambien los dientes de ajo. Picarlo todo muy bien y reservar.

Salpimentar las carrilleras. Enharinarlas.


En una olla grande (de la que tengamos tapa)  ponemos dos cucharadas de aceite a calentar y doramos las carrilleras bien por ambos lados. Cuando estén bien doraditas retiramos del fuego y reservamos.

En la misma olla realizamos un sofrito con las verduras y cuando ya están bien pochadas, añadimos las carrilleras y el vino, y dejamos reducir el vino a fuego medio, hasta que quede más o menos la mitad.

Cuando hayamos reducido el vino, agregamos el medio litro de caldo, y dejamos hervir a fuego lento durante 80 minutos aproximadamente, con la olla tapada (vigilar que el fuego no este muy fuerte y remover de vez en cuando).

Cuando hayan transcurrido aproximadamente una hora y cuarto, retirar del fuego, sacar las carrilleras y triturar el caldo y las verduras. Volver a poner a cocer las carrilleras con la salsa a fuego lento otros diez minutos. Y ya estarán listas para servir, supertiernas y con una salsa deliciosa.

Si las acompañas con unas patatas fritas, rematas la faena y ¡sales por la puerta grande!.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Pollo a la cerveza

Es extraño que haya tardado tanto en añadir esta receta, que todo hay que decirlo, es una de las más habituales en casa. ¿Y porqué? Por que la salsa es superfácil de hacer, la carne queda muy jugosa y no es demasiado complicada. Les encanta, y a mi me emociona que les guste tanto, algo tan sencillo.

Esta forma de cocinar el pollo es muy similar a como hacemos el conejo o el pavo, de hecho el proceso para la salsa es el mismo, pero cada una de las carnes le aporta su saborcillo único y especifico que hace que nos guste tanto.


 Ingredientes (para 3/4 personas)
750grs- 1kg de pollo troceado
harina
aceite de oliva
33 cl de cerveza rubia(1 lata)
1 cebolla
3 dientes de ajo
250 cl de caldo de carne/gallina/pollo
Sal
Pimienta

Preparación 

Salpimentar el pollo troceado. Enharinar.

Pelar la cebolla y picar en cuadraditos pequeños.

Pelar los dientes de ajo, quitarles el germen y filetearlos.

En una olla ancha, ponemos 2 cucharadas de aceite de oliva a calentar y doraremos por todos lados las presas de pollo enharinadas. Cuando estén doradas las reservamos.

En el mismo aceite pochamos la cebolla, y cuando ya la veamos blandita agregamos el ajo picado. Salteamos medio minuto e incorporamos el pollo. Agregamos la cerveza y dejamos hervir a fuego medio hasta que se haya consumido la mitad de la cerveza. Cuando esto haya ocurrido, agregamos el caldo y dejamos hervir a fuego lento hasta que la salsa se haya reducido y espesado (unos 20 o 30 minutos como mucho).

Y lo tendremos listo para servir. Si lo acompañas de unas patatas fritas ya lo bordas.




jueves, 18 de mayo de 2017

Salsa española

Son muchas las ocasiones en las que las prisas nos impiden preparar un menú diario para la familia con un plato que requiera mucha elaboración, por ello es conveniente el día que tienes un poquito más de tiempo ir adelantando alguna elaboración que luego sirva para acompañar y enriquecer por ejemplo, un triste filete. Es por eso que hoy os traigo la receta de la llamada salsa española.

En realidad esta receta es una interpretación de la que seguía mi madre, a partir de la receta que tenía en un libro de tapas rojas (y ni una sola ilustración) en el que cada receta ocupaba poco más de un párrafo. Con esta salsa, acompañabamos chuletas y filetes de todo tipo.

Como en casa tengo una minichef muy salsera, pues conviene tener alguna de estas delicias siempre preparadas, yo suelo preparar 3/4 de litro y tengo para varias ocasiones. Una vez hecha se puede congelar en raciones y utilizarla cuando convenga.

Os dejo video y receta por escrito.

Ingredientes
1 cebolla
3 o 4 zanahorias
laurel
750 cl de caldo  de carne
dos dientes de ajo
1 cucharada sopera de harina
perejil picado
1 vaso de vino blanco
aceite de oliva


Preparación
Pelamos y lavamos las zanahorias, y las cortamos en rodajas. Hacemos lo mismo con la cebolla. Las reservamos. También dejamos pelados los dientes de ajo y les quitamos el germen.

En una sartén honda o cacerola, ponemos un par de cucharadas de aceite de oliva a calentar. Cuando el aceite ya está caliente, doramos la cebolla y añadimos la zanahoria cuando ya haya tomado color. Lo rehogamos todo junto unos cinco minutos. Añadimos los dientes de ajo, el perejil, el laurel y la harina, y cocinamos todo junto un par de minutos.

Incorporamos el vaso de vino blanco y dejamos reducir completamente el alcohol, y agregamos el caldo de carne que teniamos reservado. Dejamos hervir unos 30 minutos a fuego medio.

Cuando ya ha pasado el tiempo de cocción retiramos del fuego, eliminamos las hojas de laurel y los dientes de ajo, y la trituramos.

Y ya tenemos lista la salsa española. Preparada para acompañar nuestras carnes favoritas.



martes, 16 de mayo de 2017

Croquetas de jamón

Cuando inicié este blog hace ya la friolera de diez años, las croquetas eran un manjar que sólo podía degustar fuera de casa, principalmente porque la bechamel y yo eramos enemigas íntimas. Pero eso ha cambiado, prueba de ello es la anécdota que me sucedió hace un par de semanas.

En mi lugar de residencia nos hemos dado cuenta que, en los cumpleaños, los niños huyen de los típicos sandwiches y que prefieren una buena tortilla de patata, unas empanadillas o unas croquetas, así que estamos sustituyendo el menú de las celebraciones. Así por lo menos hacen una merienda-cena y luego preocupa menos que se pongan golosos de tarta.

En el último cumple en el que hubo croquetas, mi hija se acercó muy enfadada con una croqueta en la mano (claramente precocinada) al lugar donde yo estaba y  me dijo "¿de verdad quieres que me coma esto? ¡pero si no tienen nada que ver con las tuyas!". Nos dió por reir y le dije que no se preocupase, que comiese lo que quisiera y que ya comería croquetas cuando yo las hiciese, a lo que me contesto muy ofendida "a ver si es verdad, que hace mucho que no las haces". Y yo que no me resisto a darle estos caprichos gastronómicos, a la mañana siguiente me puse a preparar estas croquetas con jamón de las que hoy os traigo video y receta:

Ingredientes  (para unas 30 croquetas aprox)
8 lonchas de jamón serrano o ibérico
1 cebolla
4 o 5 cucharadas colmadas de harina
3/4 de litro de leche
aceite de oliva
3 huevos
pan rallado en abundancia

Preparación
Lavamos, pelamos y picamos la cebolla bien menudita. Ponemos una sarten honda con aceite de oliva a calentar y doramos la cebolla.

Picamos el jamón bien menudo y lo añadimos a la sartén cuando la cebolla este bien dorada, y lo dejamos cocinar todo juntoun minuto.

Abrimos hueco y añadimos la harina, cocinándola con el propio aceite de oliva, y después vamos mezclando todo. Añadimos la leche (del tiempo o templada) poco a poco, hasta que obtengamos una pasta cremosa que se despega con facilidad de las paredes de la sartén, pero que tiene la suficiente consistencia como para no caerse de la cuchara de madera.

Cuando ya tenemos la masa con el jamón preparada, la apartamos del fuego y la dejamos enfriar en un recipiente plano, y cuando hayan perdido el calor del fuego, dejamos enfriar en la nevera un mínimo de seis horas.

Cuando la pasta ya esté cuajada y moldeable, hacemos pequeñas balas o cilindros de la masa, las pasamos por el huevo batido y después por el pan rallado. Cuando ya las tenemos listas, calentamos aceite (a fuego medio alto), y freimos hasta que esten bien doraditas nuestras croquetas de jamón.

Y después sólo queda degustarlas.



martes, 25 de abril de 2017

Puchero de alubias pintas


Siempre hemos oido a nuestras madres, abuelas e instituciones competentes en la materia lo importante que es introducir las legumbres en nuestra dieta para que esta sea equilibrada. Con el aumento del consumo de legumbres en conserva, va siendo hora de reivindicar los guisos caseros, en los que hay que hidratar la legumbre antes de cocinarla y haciendo pucheros como los de las abuelas.

Este puchero lo hacía mi madre a menudo, pero no tanto como a mi me hubiese gustado. Ahora lo recupero y lo comparto, aquí va el vídeo y la receta de un guiso de legumbres tradicional y casero. Como debe ser.

Ingredientes (para 3/4 personas)
250 grs de alubias pintas, rayadas o rojas.
Aceite de oliva
2 dientes de ajo
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cebolla
1 tomate
sal
1 zanca de pollo
1 morcilla
1 chorizo
1 trozo de panceta

Preparación 
El dia anterior a realizar la receta poner en remojo las alubias, (las lavamos bajo el chorro de agua fría primero) asegurándonos que como mínimo están doce horas hidratándose.

En una olla ponemos las alubias y el agua donde se han hidratado, el pollo, la panceta y el chorizo y completamos cubriendo con agua todos los ingredientes. Ponemos a calentar a fuego medio, y dejamos que hierva todo junto alrededor de dos horas. Añadiremos más agua si vemos que se va consumiendo y desespumamos.

Pelamos la cebolla y la picamos muy menudita. Lavamos el tomate, retiramos el tallo y picamos. Pelamos y picamos los dientes de ajo y con estos tres ingredientes y una cucharada de aceite de oliva hacemos un sofrito, y añadimos el pimentón. Apartamos del fuego y reservamos.

Cuando ya hayan pasado las dos primeras horas de cocción añadimos la morcilla y el sofrito al puchero. Lo dejamos hervir todo junto a fuego lento, hasta que el caldo se reduzca y se espese, y la alubia quede bien blandita.

Retiramos la carne y la repartimos en raciones individuales y servimos en plato hondo o cazuelitas, un buen cucharón de alubias con un trozo de chorizo, panceta, morcilla y pollo y su caldito.

Y listas para que reconforten el cuerpo.



jueves, 20 de abril de 2017

Magro con verduras y curry

A la hora de preparar el magro, lo fundamental es la paciencia, no arrebatarlo con el fuego fuerte y esperar tanto como la carne necesite para estar bien tierna. Asumida esta cuestión, cualquier receta de magro resulta posible.

Hoy os proponemos una forma diferente de preparar este corte tan jugoso de la carne de cerdo, con un toque exótico gracias a la salsa de hortalizas y curry con la que se cocina y acompaña. Yo os dejo vídeo y receta por escrito, y quien le apetezca que lo pruebe. Acompaña muy bien con un poco de arroz blanco o con patatas fritas. Tuya es la elección.

Ingredientes (para 3/4 raciones)
1/2 kilo de magro de cerdo cortado en dados
2 zanahorias
1 calabacín
1 cebolla
1 cucharadita de curry
1 cucharadita de albahaca
aceite de oliva
1 vaso de caldo
1 vaso de vino blanco
sal

Preparación

Lavamos y pelamos las verduras. Picamos la cebolla, cortamos el calabacín en cuadrados y las zanahorias en rodajas.

Hacemos un sofrito con la cebolla y la zanahoria.

Añadimos el curry, e incorporamos el magro y lo doramos un poquito. Cuando el magro tiene ya color, añadimos el calabacín y sofreimos todo junto entre 5 y 10 minutos.

Añadimos el vino blanco, y dejamos que hierva hasta que se consuma casi por completo el vino.

Cuando el vino se haya reducido considerablemente, añadimos el caldo y la albahaca. Tapamos la cacerola y bajamos el fuego, para que se cocine a fuego lento. Lo dejamos hervir durante una hora.

Una vez pasada esta hora de cocción a fuego lento, comprobamos que la carne está blandita -si no podemos dejarla 5 o 10 minutos más, lo que requiera- y el punto de sal.

Y una vez terminado podemos servir.

Poco complicado y muy sabroso.
 



martes, 20 de diciembre de 2016

Coles de Bruselas con Jamón

 Normalmente soy de cocinar plato único para comer, pero a veces me lo curro en serio y hago primer y segundo plato.

Las coles de bruselas son un primero ideal o una contundente guarnición (por ejemplo con un filete a la plancha). Y a mi me encantan salteadas con jamón. Además aún es temporada y ahora están frescas y muy asequibles.

Aquí podesis ver el vídeo para elaborar esta receta paso a paso:

Y aquí tenéis la receta para los amantes de la lectura:

Ingredientes (para 2 personas)
1/2 kilo de coles de bruselas
100 gramos de jamón serrano en tacos, o muy picadito
1 cuarto de cebolla
2 dientes de ajo
1/2 vaso de vino blanco
1/2 vaso de caldo

Preparación

Se lavan las coles de bruselas y se limpian, quitándoles las dos hojas superiores. Se corta el tronquito, y se hace una incisión en forma de cruz en la base.

Se cuecen, durante 5-10 minutos con una gota de aceite y una pizca de sal.

Mientras puedes ir partiendo la cebolla en cuadraditos y el ajo, bien picadito. Si no tienes el jamón en tacos córtalo en tiras no demasiado finas, que luego no se ven.

Cuando las coles estén listas, se escurren bien de agua. En una sartén sofríes la cebolla, el jamón y por último el ajo (el ajo siempre a final para que no se queme) y cuando este todo pochadito añadimos las coles y las rehogas. Es mejor hacerlo a fuego lento para que se calienten bien, y moviendolo frecuentemente para que no se pegue.

Y con 10 minutitos ya las tienes listas para servir. ¡Qué ricassss me salieron!

martes, 13 de diciembre de 2016

Chuletas de cerdo con salsa de cebolla y mostaza



¿Os ha pasado alguna vez que os de pereza cocinar lo de siempre, incluso cuando es un plato que bordas y que te sale bien hasta mirando el whatsapp?. Eso exactamente me pasó a mi con las chuletas de cerdo; tenía dos o tres formas de preparar las chuletas -variaciones suficientes para mis degustadores oficiales- pero estaba bastante aburrida de repertirlas sistemáticamente, así que un día me puse a hojear mis libros y revistas, en busca de una nueva delicia culinaria que ofrecer en mi mesa. Y hete aquí que encontre una receta que me gustó bastante, en el clásico libro de la sin par  Simone Ortega, 1080 recetas de cocina.



Y ni corta ni perezosa me puse a probarla. Desde entonces hasta ahora, han pasado ya unos meses, y como todas las recetas de prestado, termina no siendo fiel al original y conteniendo sus propios truquillos. Aquí os dejo mi adaptación de las Chuletas de cerdo con salsa de cebolla y mostaza.

Primero, vídeo:



Ahora lectura:

Ingredientes

1 o 2 chuletas de cerdo por persona (dependiendo del tamaño)
1 cebolla
2 cucharadas soperas y generosas de mostaza
1 vaso de vino blanco
1 vaso de caldo
aceite de oliva
1 cucharada de harina
1 cucharadita de miel


Preparación

En una cacerola ponemos aceite a calentar y doramos las chuletas muy bien por ambos lados. Cuando estén doradas las sacamos de la cacerola y las reservamos.

Pelamos, lavamos y picamos la cebolla. La sofreimos en el mismo aceite que hemos hecho las chuletas. Cuando está dorada, agregamos la cucharada de harina y cocinamos con la cebolla. Añadimos el vaso de vino y dejamos que hierva hasta que se consuma.

Cuando el vino ya se ha evaporado añadimos  la mostaza, la miel y el caldo y mezclamos todo muy bien. Pasamos por la batidora para dejar la salsa bien fina y volvemos a poner chuletas y salsa, todo junto, y dejamos hervir que se cocine todo junto a fuego lento durante unos cinco o diez minutos.

Después podemos servir.

Prepara pan, porque te van a dejar los platos limpios.

sábado, 3 de diciembre de 2016

Croquetas de jamón y pollo

¿Qué sería de la cocina española sin la croqueta? Los mejores cocineros hacen sus versiones de esta singular preparación, surgida de la necesidad de reutilizar los restos de otras comidas. Lo cierto es que aunque está muy extendida en España y la preparamos de todos los sabores, su origen parece ser francés (está interesante la historia de la croqueta según contucocina.com).

Sin duda (y seguro que a ti te pasa lo mismo) las mejores croquetas que he comido nunca eran las de mi madre. Sin embargo he de reconocer que fui perezosa en aprender su receta (no así en degustarla) y cuando veía a mi madre ligar la bechamel me aburría y huía de la lección de ese día. He tardado años en aprender a hacerlas y he de reconocer que no fue la receta de mi madre (que solía hacer la bechamel por separado), sino mi suegra, quien me ha legado su método para ligar la masa. Hay que decir que las de mi suegra son, las segundas mejores croquetas que he comido, así que su receta es también un gran tesoro culinario.

No os cuento (por hoy, y sin que sirva de precedente) más mi vida, he aquí el vídeo:
Y ahora la receta, con paciencia y amor.

Ingredientes
Restos de pollo cocinado, preferiblemente asado o cocido
varias lonchas de jamon serrano
cebolla
leche
harina
huevos
pan rallado
aceite de oliva

Preparación

Pelamos, lavamos y picamos muy bien la cebolla.

Quitamos a nuestra pieza de pollo cocinado la piel y los huesos, y picamos muy menuda la carne.

También picamos bien menudo el jamón.

En una sartén ponemos una cucharada de aceite de oliva, y cuando está caliente sofreimos la cebolla. Cuando esté doradita y blandita, añadimos el jamón y el pollo picado, y rehogamos todo junto un par de minutos.

Hacemos hueco en el picadillo y añadimos tres o cuatro cucharadas colmadas de harina y cocinamos durante un par de  minutos junto con el picadillo, mezclando bien la harina con el aceite y el relleno. Vamos añadiendo leche (a temperatura ambiente mejor que fria) poco a poco, ligando la bechamel con el picadillo al tiempo.

Cuando ya tenemos una masa cremosa, pero consistente, apartamos del fuego y colocamos en un recipiente rectangular de forma homogénea (conviene evitar los recipientes cóncavos, tipo cuenco, ya que la masa del centro no  se cuaja de igual manera). Cuando ha perdido el calor se mete en la nevera  de 6 a 12 horas antes de dar forma a las croquetas.

Una vez que la masa ha reposado y se ha enfriado, podemos enrollar las croquetas.

Con ayuda de una cuchara partimos porciones de la masa. Batimos dos huevos y rebozamos las porciones.

En un recipiente con pan rallado vamos empanando las croquetas, dándoles la habitual forma cónica moldeándolas con las manos.

Una vez que toda la masa está convertidaen croquetas, sólo queda freirlas. Ponemos abundante aceite a calentar en una sartén y cuando el aceite está caliente, añadimos unas cuantas croquetas (no demasiadas, para que se frian bien) y las doramos bien por todas partes. Cuando están bien doraditas las apartamos de la sartén y las dejamos reposar medio minuto en un papel absorbente.

Tan pronto como hayamos frito tantas croquetas como queramos degustar, las servimos...¡y a disfrutar!

Truquillos
Si crees que llevas mucho relleno, echa alguna cucharada de harina más, y luego continúa con el proceso. 

martes, 22 de noviembre de 2016

Puré de calabaza


De entre los productos de la temporada otoño-invierno brilla por su especial color la calabaza. Con su intenso color naranja nos permite hacer los más diversos platos: primeros, segundos y hasta postres.

La preparación de hoy es seguramente, de todas la más sencilla, y esperemos que, a ella se vayan uniendo otros platos cuya base principal es la calabaza. De momento y para meterse una buena dosis de vitaminas, betacarotenos y antioxidantes, este clásico puré, que además leva de miedo al otoño. Cuchara calentita para afrontar el día.

Aquí el vídeo de la preparación:
Y vamos ya con la receta.

Ingredientes
1 calabaza de 1 kilo aproximado
4 o 5 zanahorias de tamaño medio
1 cebolla
1 vaso de caldo
aceite de oliva

Preparación

Lavamos y pelamos las zanahorias. Las troceamos en rodajas.

Pelamos y lavamos la cebolla. La troceamos en rodajas.

Pelamos la calabaza. La limpiamos sacando la pulpa y las pipas. Una vez limpia, partimos la calabaza en cubos medianos.

En una olla ponemos un chorro generoso de aceite de oliva a calentar. Cuado está caliente añadimos la cebolla, la rehogamos un par de minutos e incorporamos la zanahoria y la calabaza. Rehogamos todo junto unos cinco minutos.

Añadimos el vaso de caldo y cubrimos con agua. Dejamos hervir durante unos 40 minutos, hasta que la calabaza está blandita.

Retiramos del fuego, y pasamos por la batidora hasta dejar el puré fino y cremoso.

Y podemos servir. Es deliciosa y facilita.


sábado, 19 de noviembre de 2016

Escalopines en salsa de champiñón y cebolla

Lo suyo para preparar esta receta es aprovechar la temporada y comprar (o recolectar, que ultimamente está muy de moda) unos champiñones frescos, o unos níscalos o boletus. Pero ¿cuantas veces no te has visto sin ingredientes frescos y nada más que con un par de conservas en la depensa? Para esos momentos esta receta también viene bien, porque aunque es exquisita si se hace con champiñón fresco, si no los hay, pues una  buena conserva de champi también nos saca del apuro.

Mirad si no, que buen apaño me hace 125 grs de champiñón en conserva.

Aquí de entrada, tenéis el vídeo:
Y ya vamos con la receta:

Ingredientes (para 2/3 personas)
125 grs de champiñón en conserva (si ya está laminado, trabajo que os ahorrais)
1 cebolla
1 vaso de vino blanco
1 vaso de caldo (o una pastilla de caldo en su defecto)
harina
1/2 kilo de escalopines de ternera (o filetes que recortaremos como escalopines)
aceite de oliva
sal

Preparación

Preparamos los escalopines enharinándolos. Ponemos una cacerola a calentar  con dos o tres cucharadas de aceite de oliva, y cuando el aceite está caliente, doramos a fuego medio los escalopines. Cuando estén dorados por ambos lados los sacamos y reservamos. Apartamos la cacerola del fuego.

Pelamos, lavamos y partimos la cebolla en láminas. Ponemos de nuevo la cacerola a calentar y pochamos en el mismo aceite la cebolla.

Partimos los champiñones en láminas, y cuando la cebolla está doradita, los añadimos. Sofreimos todo junto unos cinco minutos.

Añadimos el vaso de vino y dejamos que hierva todo junto hasta que el vino se haya evaporado por completo. Incorporamos el vaso de caldo y dejamos que hierva un par de minutos.

Retiramos del fuego y pasamos la salsa por la batidora, dejándola con los menos grumos posibles.

Volvemos a juntar en la cacerola los escalopines que teníamos reservados y la salsa, y dejamos que se cocine todo junto a fuego lento hasta que la carne esté blandita (20 o 30 minutos). Movemos de vez en cuando para que no se pegue.

Una vez cocinado, ya podemos repartir en nuestros platos, y podemos acompañarcon unas patatas fritas o un poco de arroz blanco.




martes, 15 de noviembre de 2016

Sandwich de fiambre de pavo

No hay nada más apañado para salir de paso y comer algo que hacerse un bocadillo, o (y gracias a la apropiación indebida de anglicismos) si el relleno va entre rebanadas de pan de molde, hacerse un sandwich. Semánticamente, ambas palabras ( la española y la inglesa) vienen a significar lo mismo: almuerzo custodiado por rebanadas de pan. Pero...¿alguien en su sano juicio llamaría bocadillo a cualquier cosa que no fuese en pan de tahona u obrador de toda la vida?

Es sabido ya que el origen del término sandwich se debe a la afición al juego del Conde de Sandwich, que en una de sus timbas estaba tan absorto por el juego que pidió a su cocinera que sirviera de cena "cualquier cosa entre dos trozos de pan" para no tener que parar el juego y poder comer mientras. De ahí que se extendiese por metonimia el apellido del conde al bocadillo inglés.

Por suerte, gracias a la riqueza de la lengua, podemos admitir y usar ambas palabras, y podriamos decir que está ampliamente extendido en España la asociación del sandwich a los bocadillos hechos con pan de molde (hasta el punto que encontramos en las charcuterias queso de sandwich, cortado con el tamaño de una rebanada de pan de molde).

Pero dejémonos ya de orígenes y vamos al lío, o cómo preparar un delicioso sandwich para tu próxima cena frugal. He aquí el vídeo:

Y por supuesto, receta escrita para los amantes de las letras.

Ingredientes (para cuatro sandwiches)
Unas hojas de lechuga o unos 100 gramos de ensalada preparada (al gusto, pero la ideal es la cuatro estaciones, con un poquito de col lombarda, zanahoria y a veces hasta canónigos, rúcula y escarola, dependiendo de la marca)
2 tomates kumato
1/4 de cebolla
Ocho rebanadas de pan de molde
Ocho lonchas de fiambre de pavo
cuatro lonchas de queso para sandwich
Mayonesa
Aceite de oliva (una cucharada)

Preparación
Lavamos la lechuga (da igual, aunque venga lavada, yo soy maniática en esto) y la picamos para que quede en trozos o tiras finas.

Lavamos los tomates y los cortamos en rodajas finas.

Lavamos el cuarto de cebolla y partimos en tiras lo más finas posible.

Montamos el fiambre: una loncha de pavo, una de queso y rematamos con otra de pavo.

Tostamos el pan, bien en tostadora eléctrica o bien en plancha/parrilla con un pelín de mantequilla.

En una sartén ponemos a calentar una cucharada de aceite de oliva, y cuando está caliente vamos pasando nuestras lonchas preparadas, vuelta y vuelta.

Montamos el sandwich de la siguente manera: en la rebanda inferior untamos una cucharadita de mayonesa. Cubrimos la mayonesa con tiras de lechuga picada. Sobre la lechuga colocaremos dos o tres rodajas de tomate kumato, y para terminar con los vegetales añadimos unas tiras de cebolla encima del tomate. Coronamos con una de las lonchas de fiambre preparado que hemos pasado por la plancha, y tapamos con otra rebanada de pan.

Y ya están listos nuestros sandwiches. Para la pelicula de esta noche o para la partida. Igual de ricos y nutritivos.